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lunes, 23 de noviembre de 2009




SANTIAGO
Entre la himnopompia y el gatiactivismo
Por AOM

Jueves, 23 horas

La himnopompia es un estado intermedio entre el sueño y estar despierto. En Santiago hay muchos rincones así, himnopómpicos, pero la itinerancia natural de una capital de 5 millones los hace escurridizos, dispersos, semi-ocultos.

Por eso encontrar una banda de música que se llame Los Himnopómpicos es algo que debe contarse. Este reportaje nos llevó a viajar de Valparaíso a Santiago con los audífonos llenos y ansiosos por todo: idioma de bolero, trote de “folkstrot”, piano, tambores, charangos y tantos otros ritmos que aparecen al asomarse a la retina capitalina.


Caminando llegamos al bar Opium en la calle Bombero Núñez, después de atravesar un camino muy grafiteado, oscuro, venteado, como simples transeúntes absortos en una especie de museo urbano a cielo abierto, en una ciudad que a pesar de las costaneras y los pequeños rascacielos, aún sigue recordando a todos los barrios y plazas de Chile.



Hablando de esto nos encontramos – en la entrada del bar – con Jorge Gallardo, compositor del grupo. Nos dice que la tocata está media retrasada, pero que ya queda poco. Pedimos una botella de vino y nos alegramos de vernos, llegan otros amigos, el bar tiene sus mesas ocupadas, y la gente de a pie deambula entre el sector de la barra, al lado del escenario, y un patio trasero con otro ambiente.

Mientras termina de ajustarse el sonido y bajamos el vino, hablamos sobre otras bandas del “under” santiaguino, como Los Desquiciados, que tenía el mismo Jorge Gallardo con Andy Casablanca, actual guitarra de Redolés y de Gatichaves, otra banda interesante de la escena. Hablamos de otro local, El Clan, donde vimos una vez a Los Kaníbales Surf Combo. Esa vez nos amanecimos bailando rock’n’roll, rockabilly. Ahora escuchamos Faith No More en la previa de Los Himnopómpicos.

Al parecer todo está listo y vemos a Carolina Ibáñez, vocalista del grupo, dirigirse al escenario sin antes recoger un par de papeles d
e una mesa. Gustavo, guitarrista, los presenta a todos y comienza la música con una suave canción y con Carolina leyendo - sobre la improvisación final de sus compañeros - la definición de himnopómpico y las cualidades de aquellos que conviven a diario con ese estado de ánimo.

De ahí en adelante asistimos a una deliciosa muestra de música latinoamericana y rock’n’roll, con percusiones sólidas que se dibujan como suaves perfumes en la voz de Carolina. También escuchamos potentes instrumentales, matizados con un acordeón melancólico que nos traslada al puerto, a la neblina y su farol prendido. A ratos, da la impresión de estar escuchando un recital de poesía. En otros, de estar con la mejor orquesta del caribe santiaguino.

”Muchas gracias por venir”, dice Carolina al final de la tocata. La concurrencia aplaude en forma contundente la presentación de Himnopómpicos. Hay alegría, ganas de seguir celebrando, bailando, recorriendo américa latina a través de la música.

Abajo del escenario, abrazos, felicitaciones, saludos: “siempre recordamos Valparaíso” nos dice Jorge Gallardo, recordando aquella excelente presentación del grupo en el Festival por la Desestigmatización de Barrio Puerto, en plaza Echaurren.
Ahora para Himnopómpicos viene una etapa de “receso de actuaciones en vivo”, en la cual trabajarán su repertorio. La música los espera, nosotros los esperamos a ellos más adelante para mostrarnos un nuevo camino, un nuevo baile.

Viernes, 23 horas
Gatiactivismo



La resaca se disipa con cerveza y alimento fresco, verduras, jugos, queso de cabra, champiñones. Desde lejos y no con poca lástima miramos al cerdo y sus parrillas, al filete de unos pocos. El aire de las ramadas y las fondas no siempre es sinónimo de cueca y patria. En Santiago, en la calle Cumming, la “Fonda hasta al Fondo”, no tiene tantas banderas.

Mauricio Redolés no necesita mayores presentaciones. Figura referente de la contra-cultura, del “under”, del hijo de vecino o como se llame, este músico-poeta organiza una fonda y reúne a un entusiasta grupo de personas frente a un escenario donde intervienen folcloristas, cuequeros, humoristas, rockeros y cumbiancheros.




Gatichaves es una de las bandas invitadas. Con un estilo claramente rockero, la agrupación integrada por Taira Pizarro, Andy Casablanca y Rodrigo Berríos, se presenta con un formato de dos guitarras + batería y voz, y un estilo musical que recuerda el “folkstrot” y el rock noventero más ambicioso, con buenas voces y composición.

Acompañados esta vez por el baterista de Redolés, Gatichaves sale al escenario de la fonda después de un grupo de pachanga. “Vamos a tratar de hacer rock después de la cumbia, sabemos que es difícil, pero vamos a correr el riesgo”, dice la vocalista Taira, con una hermosa flor amarilla alojada en su peinado, y que saca respetables aplausos en el inicio de su tocata.

”En estos momentos las radios comunitarias del país están siendo perseguidas, y en todas esas radios tocan la música de todos los grupos que han estado en esta fonda hoy…”, interpela la gatachaves al público, que se entusiasma con esta provocativa entrada, potenciada segundos después con los acordes rockabilly de “Juan Mostaza”, primera canción del grupo y que habla la historia de un indigente del barrio Yungay.

Es una escena contundente. Una chica de potente voz, que recuerda el blues, con dos guitarras muy certeras y finas, conquistando al respetable con la actitud más noble del rock’n’roll: desgarro, amor, necesidad de amarse, pero sobre todo, calidad, musical y vocal, en arreglos y coros. El público aplaude con ganas y queda en el aire esa hermosa sensación de orgullo por nuestros artistas.

La melancolía y la exigencia del rock de Gatichaves nos interpela como público. Nos hace pensar, ¿cómo debemos entender este lenguaje? Estos músicos no están apostando a salir en TV o vender muchos discos, sino más bien a decir cosas, a generar contra-cultura, y eso significa situarse como artista fuera del “establishment”

“Donde exista cultura oficial, existirá contra-cultura”, saluda Taira, antes de que su banda nos transporte a un plácido paseo por el sur: “el vino me tiñe los dientes”, dice el coro de una de las canciones más bellas del repertorio (“Volver al sur”). La gente pide un bis, Redolés accede y vuelve a presentar a Gatichaves. Miro alrededor y veo a muchos otros músicos aplaudiendo y disfrutando.

Gatichaves lo hizo de nuevo. Chicha y vino de por medio, en ellos volvemos a sentir el aliento chileno del rock’n’roll, ese aliento guachaca y tribal dispuesto a trenzarse a golpes con policías y ladrones, pero que esta noche recordó a todos los amores jóvenes de todos los tiempos, con esa vieja promesa de la juventud eterna.

CONOCELOS

http://www.myspace.com/loshimnopompicos

http://www.myspace.com/gatichaves
http://www.gatichaves.cl

martes, 15 de septiembre de 2009

El intenso oleaje que nos golpea.



Por Absalón Opazo.- Una mirada interesante sobre la persona y la poesía de Gabriela Mistral, es la que entrega el escritor peruano Ciro Alegría en su libro “Gabriela Mistral Íntima”, iniciado tras la muerte de la poeta en Nueva York en 1957.

Ambos escritores forjaron una hermosa amistad, unida por el ancestral pegamento de las montañas de los andes, donde rito, infancia y aridez hicieron de Gabriela y Ciro una suerte de hermanos cómplices, andinos, mientras ambos viajaban por el mundo coincidiendo en uno y otro lugar, incluyendo la residencia de Mistral en Santa Bárbara, California.

Un párrafo a destacar es aquel donde Ciro Alegría describe su primer encuentro con Gabriela Mistral:”La impresión que me llevé fue grande. Gabriela me extendió con llaneza no extenda de altivez, una mano fina y tibia, mano de india. Su rostro, pese a los ojos verdes, me hizo recordar el de las indias que me acunaron en mi infancia. La misma nariz aguileña, la misma boca pulposa, la misma sonrisa suavemente irónica y decididamente tierna. Entre esos verdes ojos asomaba otro de los ancestros, el vasco, que también se hacía presente en la alta estatura y los huesos fuertes. El cabello lacio estaba peinado con descuido. La vestimenta tenía una campesina sencillez. Tal era el aspecto de Lucila Godoy Alcayaga, por otro nombre, Gabriela Mistral”.


Ciro Alegría era veinte años menor que la poeta chilena. Él es un escritor que ha sido traducido a todas las lenguas vivas del mundo. Es además el autor peruano con más ediciones en castellano. Entre sus libros destacan “La serpiente de oro”, “Los perros hambrientos” y “El mundo es ancho y ajeno”.

Por su participación en los movimientos sociales de su país, Ciro Alegría fue perseguido, torturado y encarcelado. Posteriormente viajó exiliado a Chile, siguiendo a Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba.

Su escritura en Gabriela Mistral Íntima expresa una tremenda ternura y cariño por la poeta, su ancestro andino común, pero también una intelectual capaz de declararse abiertamente antiespañola, y llamar por toda la casa a su peruano, para que fuera a conversar con ella, muerta de risa:

"Entonces nos sentábamos en el corredor y Gabriela hacía una pregunta, o una sugerencia, o una apreciación que abría cauce a la plática. Charlaba bien Gabriela y ésta es otra discrepancia mía con quienes la presentaban muda y hosca. Una persona no es la misma con todos y los dictámenes generalizadores, son imprudentes. Conversábamos de cuanto tema se presentaba, ya sea porque estuviese en las noticias del día, hubiera surgido de nuestras lecturas o asomara incidentalmente. A Gabriela le interesaba hasta el menor asunto que saltara al paso. Como todo gran artista, tenía una avidez mental que hacía que su mente tratara de hacer un registro del vasto panorama del mundo. En nuestras conservaciones, para dar una idea somera, discutimos desde el destino de la cultura grecorromana, hasta la utilidad del maguey".

La relación entre ambos escritores nos sirve para profundizar el ser andino, latinoamericano, mestizo, intelectual, indagar el ambiente natural del pensamiento, lo habitual de la inquietud y por sobre todo, nuestro lenguaje tan rico y salvaje como la selva madre.

"Oir hablar a Gabriela constituía una formidable experiencia idiomática. Su parla tenía expresiones de puro corte clásico, giros y modismos de sello propio y maneras de decir populares. Estas últimas, se le pegaban en las tierras que visitaba. Era un compendio de americanismos, mayormente de chilenismos. Quede ejemplo de todo. ‘Mi salud es flaca’, ‘La requirió de amores’, ‘Esta enfermedad cae a la vista’, ‘Dime vos’, ‘Me quedé como pájaro guacho’, ‘Soy paticaliente’, ‘Lo llevaron al apa’, ‘Andá, vení’. La prosa de Gabriela Mistral tiene influencia de Martí, como ella misma ha señalado. En los versos se trasunta más aproximadamente su lenguaje hablado. Pero la expresión oral era única, típica y completamente suya hasta no poderla imaginar. Vocabulario y frases tenían múltiple colorido, una poderosa y natural poesía. Como que oíase hablar a América".

Por AOM.

domingo, 9 de agosto de 2009

Ladrones con corbata


Obedeciendo órdenes judiciales, la policía de investigaciones ha procedido en los últimos días al cierre y confiscación de equipos de algunas radios comunitarias de la zona de Valparaíso, afectando a una amplia y variada gama de ciudadanos, organizaciones sociales, juntas de vecinos, colectivos culturales, artistas y niños. ¿El delito? Participación en la utilización de un espacio público, con fines culturales.

No es la idea adoptar una posición antojadiza sobre el tema. Estamos ante una situación a todas luces arbitraria, que en la práctica, contradice el espíritu de cualquier sociedad moderna. Porque, ¿es justo que una persona que se dedica a lucrar con un dial de la frecuencia modulada – que por ley es de todos los chilenos – se querelle contra quienes no quieren ser como él? ¿Por qué ese señor puede ganar dinero haciendo radio, y nosotros como ciudadanos no podemos hacer lo mismo (radio) pero sin ánimo de lucro?

Simplemente, estamos ante otra muestra del robo legal que día a día realizan políticos, empresarios, jueces, legisladores y abogados, al erario (tesoro público) nacional y social. Estamos ante un nuevo ataque de los ladrones con corbata, que esta vez nos han robado equipos y derechos amparados por la aterradora burocracia judicial.

LA CONSTITUCIÓN SE CONTRADICE A SÍ MISMA

La situación que hoy afecta a las comunitarias porteñas puede ser vista como otra réplica de la dudosa Constitución que aún rige el país. Los ladrones de cuello y corbata que se abalanzaron sobre el erario nacional tras 1973, siguen haciendo leyes a su medida y sin considerar la realidad de la mayoría. Ahora, buscan y roban los equipos de las comunitarias, conseguidos a punta de esfuerzo y utilizados con fines netamente vecinales y culturales. Incluso muchos de esos equipos requisados fueron adquiridos con dineros del Estado a través de proyectos como el Fondart. Una interesante paradoja.

Esto nos lleva a otro aspecto, el más mediocre: el cierre de radios comunitarias contradice incluso lo establecido por la Constitución vigente, en cuanto a libertades públicas, ciudadanas, y de comunicación. ¿Quién está haciendo mal la pega entonces? ¿La Constitución condenándose a sí misma?

Otra mirada – más política – nos recuerda que el lenguaje de los ladrones se construye desde la desinformación, y por eso las radios comunitarias están siendo silenciadas. Las personas ignorantes (y desinformadas) son más fáciles de manipular en todo sentido, desde el voto político hasta la publicidad. O sea, el engaño como herramienta de dominación.

NO NOS CALLARÁN

Ningún Estado del mundo tiene derecho a confiscar los equipos de las radios comunitarias. La gente tiene derecho a comunicarse, a crecer en su cultura. El Estado debe establecer una representación equilibrada de todas las formas de radiofonía: la comercial, la vecinal, la comunitaria. Pero cuando se tiene un Congreso desperfilado, lleno de lobbistas pagados por las grandes corporaciones, estas ideas – que ya se han aplicado en las leyes de otros países latinoamericanos – se alejan como en el cuento de la utopía y el horizonte. No importa. Insistimos y avanzamos tras la utopía.

Porque una de las emisoras comunitarias más importantes del país, Radio Placeres, sigue con sus transmisiones al tope, sonando por el 87.7 FM en toda la urbe porteña y viñamarina. Los allanamientos pasaron por al lado y la Placeres, que está cumpliendo 20 años de transmisiones, sigue firme a la izquierda del dial.

Desde esa vigencia, románticamente puntuda, juguetona, risueña, se exige que mientras esté discutiéndose en el Congreso una nueva ley de radios comunitarias, como sucede actualmente, el Estado, el gobierno y la clase política deben suspender la aplicación de la vieja legislación, que es la que está allanando emisoras sin fines de lucro obedeciendo a una querella igual de trasnochada como la presentada por la ARCHI en Valparaíso.

Eso es lo más justo y lo que debe convocar la acción de todos quienes dicen apoyar la libertad de expresión y la construcción de un país de verdad más democrático: una suspensión de los allanamientos e incautaciones hasta que la nueva ley no esté aprobada con el acuerdo de todos los involucrados.


Por AOM


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viernes, 19 de junio de 2009

Cultura popular



Entrevista Raúl Ruiz: Rodrigo Acuña, de Radio Placeres.


Va por la vida levantando telones dramáticos, enfocando tensión; hombres, mujeres y niños fantásticos y a veces anti-normales, revolcados todos en la compota plástica de una occidentalidad tenebrosa, dependiente de ácidos, en búsqueda.

A él lo sitúan en un patíbulo de intelectuales que no le simpatiza, o a veces sí, pero en lo esencial no le simpatiza porque las voces del cine, las imágenes, la poesía, la entregan los personajes de los márgenes, de la orilla, que están fuera de lo establecido, aquellos cuya voz sólo se encuentra en el arte y su esplendor; las creencias, la intuición, las herencias habladas que son nuestra propia cordillera.

"¿De dónde viene esta fascinación por los fantasmas, recurrentes por lo menos en sus últimos trabajos realizados en Chile?
No es tanta la atracción por el tema de los fantasmas pero todas las películas están condenadas a la larga a ser películas fantasmas porque se van a morir todos los actores. Yo me crié con historias de fantasmas, por parte de mi madre, mis abuelos son campesinos de la zona central, y por el lado de mi padre son chilotes, pescadores; estamos hablando de tiempos en que no había televisión y había que amoblar las noches contando historias, sobre todo las largas noches de invierno… "


Va por la vida dibujándonos, todos somos personajes de alguna de sus películas, en alguna medida, estamos latiendo en la cinta como fantasmas que somos; la tenebrosa occidentalidad con sus muertos fantasmas, la negra lujuria de un poeta que asiste de frac a los incendios, la recta provincia que no olvidamos respirar, el hermoso traje del artista que no transa.

"¿Va seguido al cine?
Mucho, pero ahora yo prefiero ver películas en DVD, las viejas obras que todavía tienen algo que enseñarme, las nuevas no me enseñan nada.
¿Hay algún director actual que le interese?
No.
¿Y en relación al cine chileno?
Me interesan algunos pero como chilenos; José Luis Sepúlveda (“Pejesapo”, 2007) es realmente interesante, ahora, no estoy muy seguro si él sabe lo que hizo pero es muy interesante. He visto también algunas cosas de José Torres Leiva (“Obreras saliendo de una fábrica”, 2005).
¿Qué piensa del Manifiesto Nueva Sangre?
Están creándose limitaciones y la verdad es que eso me cae muy antipático, gente que con todas las limitaciones que ya hay, se estén creando limitaciones nuevas me parece simplemente suicida."


El cine de Raúl Ruiz, abreviación remota de nuestros antes, insondable pulso de nuestros ahoras; una vieja estación de trenes, de esas sureñas, esquivas; anotaciones en una libreta; ciertas ideas, sensaciones, bosquejos de la imagen en movimiento; el personaje que cae de la inexistencia pura al trazado mágico, bilingüe en el sentido de ser cine y poesía a la vez; certeza del origen dramático del siglo veintiuno; certeza de lo popular como alma.

"El folklore no es chileno, es de todas partes, pero no es que las historias tengan origen europeo y se repitan acá, aparecen simultáneamente en todas partes, eso es lo más extraño que tiene el folklore".


¿Más Raúl Ruiz? Visita el blog del programa Mundo Placeres, de Radio Placeres:

http://blogs.laverdad.es/mundo-placeres/2008/12/9/especial-raul-ruiz
(entrevista completa y galería de imágenes)

http://blogs.laverdad.es/mundo-placeres/2008/12/11/placeres-especiales-raul-ruiz-ii-parte
(reseña de su vida y de su obra)

http://blogs.laverdad.es/mundo-placeres/2008/12/11/placeres-especiales-raul-ruiz-iii-parte
(cinco películas imperdibles de Raúl Ruiz)


Como siempre, Asado de Costilla, con los mejores datos!!!

lunes, 4 de mayo de 2009

Medios alternativos: un derecho de la ciudadanía y sus organizaciones



Por Absalón Opazo Moreno
Desde Valparaíso


Los veinte años que cumple Radio Placeres – con algunos períodos de interrupción – son una ocasión propicia para levantar y reclamar los medios de comunicación alternativos como un derecho de la ciudadanía y sus organizaciones.

Actualmente, las leyes del país condenan a las radios comunitarias a una constante ilegalidad, haciéndolas a un lado en beneficio de las radios comerciales, productoras de dinero y estereotipos, jugando siempre a favor del agrietado sistema de vida neoliberal. No es posible creer que ese es el único país. En Chile existe espacio para la disidencia. Existe el espacio para levantar otras voces, otra visión del mundo.

La enorme cantidad de jóvenes que ya no digiere los gases del monstruo globalizado encuentra en las radios comunitarias un espacio para escuchar su propia voz, o las voces de sus compañeros, o las voces de otros jóvenes que en otras latitudes también buscan espacios. La música de los márgenes, que no busca la venta sino el mensaje, el placer de un sentimiento musical o poético, la noticia que no consideró el diario ni la tele, aparece en los diales “ilegales”, que se juegan el pellejo por informar, por transmitir y hablar algo nuevo. Se juegan el pellejo porque esa práctica está fuera de la ley en muchos países del orbe, incluyendo Chile.

Esta labor de hacer ciudadanía, de hacer cultura, no puede ser un delito. Ningún Estado tiene derecho a requisar los equipos de las radios comunitarias ni a prohibir su funcionamiento. En Brasil, durante el mes de abril, se quemaron 8 toneladas de equipos confiscados a las comunitarias. No hay justificación alguna para proceder de esa manera. La gente tiene derecho a hablar y escucharse.

LA REALIDAD CHILENA

En nuestro país, la Archi (organización que agrupa a las emisoras comerciales) apunta el argumento de que muchas comunitarias hacen publicidad. Hay que establecer entonces que los derechos comerciales no son un ámbito de las comunitarias. Radio Placeres de Valparaíso ha demostrado que se puede levantar un soporte radial sin necesidad de vender avisos. Con organización es posible superar la falta de recursos. Sería interesante situar la mirada hacia ese mundo que no necesita de mercancías para motivarse. Una verdadera radio comunitaria debiera tener como espíritu la solidaridad y no las burbujitas del sistema (en la foto, niños del programa "Nuestro Mundo Bakán", de Radio Placeres, todos los sábados a las 16 horas).

Respecto a los derechos de propiedad intelectual, motivo por el cual en marzo se cerraron tres radios en Santiago, podemos decir que las comunitarias no lucran con las canciones o poesías de los artistas: simplemente sitúan la obra en una esfera más profunda, se aborda el arte como una expresión cultural ligada a varios fenómenos, se le expone en la vida cotidiana sin la presencia de un elemento comercial de por medio. Por lo tanto, no se debe creer que el artista está perdiendo dinero de sus derechos. El artista gana en las comunitarias pues su obra se difunde sin la condición de “canciones singles” o “acuerdos de difusión”, sin la restricción que imponen los grandes medios. Es su obra entera la que se expone, cosa que no sucede en las radios lucrativas, que tratan todo de manera superficial pues su eje es el comercio y no el arte.

En las comunitarias no se gana plata a costa de los artistas. Al contrario: ahí se difunden sus tocatas, ahí se escuchan sus guitarras en vivo y en directo, ahí se escuchan sus opiniones sobre la educación pública o el alza de los alimentos, ahí conocen a otros como ellos, ahí se genera la cultura más interesante y viva de un país.

20 AÑOS CONTRA EL MONOPOLIO COMUNICACIONAL

Valparaíso es una ciudad rompecabezas que a veces encaja, y otras veces no. La banda sonora de la locura urbana del mar y sus quebradas tiene varios matices, y en Radio Placeres se puede sintonizar todos los días, las 24 horas, en el 87.7 FM en el puerto y Viña del Mar, y en todo el mundo a través de http://www.radioplaceres.cl/.

Actualmente organizada en un colectivo de personas, la Placeres también está amenazada por la injusta legislación chilena. La radio no tiene avisos comerciales. Nadie tiene ganancias por trabajar en ella. Sólo se tienen más de 20 programas, donde se abordan temas tan diversos como la interpretación de los sueños, la poesía, la escena cultural local, el feminismo, la labor del concejo municipal, la actualidad informativa, el reggae, el rock, el hip-hop. Se trata de generar opinión desde la diversidad que somos, de difundir ideas e iniciativas culturales situadas en la esfera del arte, de la sociedad, de la política.

Por los estudios de Radio Placeres han pasado la mayoría de los actores sociales actuales, incluyendo parlamentarios, alcaldes, concejales y políticos. Como medio de comunicación, está completamente validada. Sólo falta que la amenaza del “estado de derecho” se convierta de verdad en una garantía de derechos iguales para todos y deje de ser el derecho de unos pocos a ganar dinero a costa de un espacio público, como es el espectro radiofónico.

En este año de aniversario de Radio Placeres, una de las comunitarias referenciales del Chile central, quienes trabajan en los medios alternativos, sus auditores, lectores o telespectadores, los artistas que han participado o aparecido en ellos, deben unirse para defender el derecho a la libre comunicación. Asimismo, “las autoridades” deben actuar éticamente (pues igual recurren a los medios alternativos) y no sumarse a la cruzada de Archi para callar a los semejantes que no piensan como ellos. Así como el señor empresario tiene derecho a ganar plata haciendo radio, nosotros tenemos derecho a no ganar plata haciendo radio. La vida es muy coherente cuando la justicia está en ella.

El llamado está realizado. Hagamos correr la voz y estemos preparados a defender lo que nos pertenece, lo que somos.










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miércoles, 25 de marzo de 2009

Un minuto de amor

Tomó la caja y la apretó suavemente contra su pecho. Cerró los ojos. Por un minuto, tan sólo por un minuto, dejó entrar nuevamente aquel prohibido sentimiento, desterrado de su vida hace tanto tiempo, cuando decidió no sentir más y olvidar, olvidar y olvidar. Sumergirse. Perderse en la vagancia.

La noche era como todas. La ciudad, despreciable como siempre. Pero la soledad se hacía más tibia gracias a la caja, la bendita caja que esperaba por él para llevárselo lejos, donde nadie pudiera encontrarlo.

Dejó entonces fluir la sensación, esa cosquilla en el vientre que crecía y subía hasta los labios y la lengua para diluirse así, delicada, en sus ojos. En su corazón de hombre solo hace rato que no había espacio para esto. Pero qué carajos, es sólo un instante, un instante para sentir. Y lo hizo. Amó los litros en su pecho. Amó ese instante bajo la escalera, sus trapos y cartones, sus tarros, amó sus zapatos, sus heridas y las arrugas de su cuerpo. Y por primera vez en mucho tiempo, amó su estirpe indigente. Al menos durante un mísero minuto, no se odió. Se amó. Y eso fue suficiente. Ahora a seguir, seguir adelante, adiós, adiós nuevamente, me voy, me voy para siempre.

El viejo Alberto despertó de la ensoñación y de un mordisco abrió la caja. No hay más motivos para esto, pensó. Y con desesperada angustia se metió a la boca un largo trago de vino negro, que una vez más llegaba a apagar cualquier atisbo de amor en su persona.

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. Por Absalón Opazo Moreno.-

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domingo, 18 de enero de 2009

ANTISOCIAL




Mira, un encuentro de poetas. “No me gustan los encuentros de poetas”. ¿Pero por qué, si te gusta la poesía o no? “Sí, la poesía, la palabra escrita, pero no los pasteles que la escriben”. ¿Alguna mala onda? “No, ning
una”. O sea, si a mi me gusta la música, voy a recitales. Si me gusta la pintura, voy a ver pinturas, voy a exposiciones. ¿Por qué con la poesía es distinto? “La poesía es más simple, no necesita recitales ni exposiciones ni nada para disfrutarse cien por ciento. Yo la disfruto más leyéndola solo que pajeándome con las caras de los huevones que van a esos encuentros”. ¿Te caen mal los locos? “Como el hoyo”. Yo creo que ese es el problema, no la poesía. “¿Y qué sabís tú? ¿Estai adentro mío acaso?”


Emilio se molestó. Puede ser cierto.
Quizás yo soy muy cándido y me llevo bien con casi todos, no suelo concentrarme en lo negativo de las personas. Hay tipos muy desagradables, muy pedantes, pero yo siempre los hago pasar desapercibidos. Emilio era más frontal. Mas repulsivo que cualquier otra cosa. Siempre discutía, a todo le encontraba un pero y nunca perdía, empataba. Entonces era fácil que le desagradara alguien.


Fui solo a la lectura de poesía. Me acordé de mi amigo cuando un tipo con pinta de intelectual de universidad privada hablaba y hablaba de él mismo, como si a nosotros nos interesara eso, y después leía unos poemas débiles, repetitivos, con mucha palabra mala. Pero después pensé: igual me sigue gustando el ambiente, el bar es ante todo bar. Además, dos tipos leyeron re-bien.

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¿Por qué será tan antisocial el Emilio?